UN ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN DE TORRELAVEGA

Lamentablemente, tampoco en estos cuatro años transcurridos desde las últimas elecciones, Torrelavega ha podido coger el tren de la reactivación.

No se ha contenido el cierre de comercios y pequeñas y medianas empresas. No se han traído nuevos proyectos a la ciudad que pudieran incentivar su desarrollo. No se ha declarado a la ciudad “Zona de Urgente Reindustrialización” como anunciara a bombo y platillo el Gobierno Regional al comienzo de la legislatura. No se ha detenido el descenso de población que amenaza con situar a la ciudad por debajo de los 50.000 habitantes con la considerable pérdida de fondos estatales que ello conlleva. Y tampoco, lamentablemente, se ha impulsado el empleo al ritmo necesario y, ni siquiera al ritmo en que se ha impulsado en España y en Cantabria.

  • Si en nuestro país partíamos de un 20,7% de desempleados en el año 2.015, se ha llegado al 14,1% en el año 2.019. Es decir, ha habido una reducción del paro registrado de 6,6 puntos.
  • Si en nuestra Comunidad partíamos de una tasa de desempleo del 17,7% en el año 2.015, nos hemos situado en el 9,7% en el año 2.019. Ha habido una reducción de 8 puntos en estos años.
  • Si en Torrelavega partíamos de un 25,64% de paro registrado en el año 2.015, en el año 2.019 tenemos un 20,46%. Hemos rebajado el paro en 5,18 puntos.

La Torrelavega del año 2.019 tiene una tasa de desempleo 6,32 puntos por encima de la media española y 10,72 puntos por encima de la media cántabra.

Y además, en estos cuatro años, mientras la tasa media española ha descendido en 6,6 puntos y la cántabra en 8 puntos, la tasa de paro en Torrelavega ha descendido a menor ritmo, en 5,18 puntos. El esfuerzo en la lucha por el paro en nuestra ciudad no ha sido suficiente, quizás ha sido menos inteligente pero, desde luego, menos eficaz. (Los datos anteriores están extraídos de la página web deExpansión Datos macro” para febrero de 2.019)

El núcleo del análisis de la situación que hacíamos en el programa electoral del año 2.015 sigue plenamente vigente en la actualidad, lo que patentiza el estancamiento de nuestra ciudad y la ausencia de iniciativas capaces de propiciar cambios.

La penetración con la que la crisis económica general ha golpeado a Torrelavega hubiera precisado medidas extraordinarias y compensadoras por parte del gobierno de la Comunidad Autónoma que, sin embargo, ha mirado hacia otro lado evitando inversiones en la ciudad y ha permitido así que el deterioro progresara.

Tampoco desde el gobierno municipal se han producido actuaciones decididas y de alcance a favor del municipio. Ha faltado liderazgo y una dirección política lúcida y coherente decidida a impulsar las potencialidades de la ciudad y a acelerar el proceso de su reactivación económica y la recuperación del bienestar ciudadano.

La falta de exigencia, la lamentable sumisión a referencias territoriales que sólo han dedicado a la ciudad buenas palabras y pocos hechos, y la falta de inversión han sido la marca de una legislatura que finaliza con 17 millones de superávit en las arcas municipales.

La caída de la actividad económica se ve reflejada en las calles de la ciudad, que nos ofrecen un panorama de escasa movimiento y circulación de peatones salvo en fechas determinadas, de establecimientos comerciales casi vacíos, muchos de los cuales se han visto obligados a cerrar, en definitiva, de vida aletargada y suspendida.

El fenómeno del paro sigue golpeando con dureza a 4.430 personas (datos del ICANE para febrero de 2.019) y afecta a todos los sectores de la actividad económica, creando situaciones graves de vulnerabilidad en familias del municipio que no pueden hacer frente a sus necesidades básicas por tener a alguno o a todos sus miembros adultos en situación de desempleo.

Ante esta situación sólo cabe resignarse o avanzar decididamente a la búsqueda de soluciones y a la asunción de riesgos responsables que contrarresten el entumecimiento de la ciudad.